Las insolitas imagenes de aurora, Saúl, Alejandro y Alfonso

17 de marzo de 1984 es una fecha gloriosa para el rock mexicano y para el rock en español en general. Aquella noche nacieron Las insólitas imágenes de Aurora, no como resultado de un plan, sino como consecuencia de las circunstancias y el destino. De ese grupo que se inició de la nada surgió Caifanes, una de las bandas más icónicas del rock en español. 

La fiesta que prendió la mecha.

Xavier Velasco narra los acontecimientos de aquel día en su libro Una banda nombrada Caifanes. Todo comenzó, como toda anécdota digna de ser contada, con una fiesta. Carlos Marcovich se dispuso a organizar una pachanga para recaudar fondos para una película que tenía como proyecto. Para este fin se le ocurrió llamar a su hermano Alejandro para que juntara algunos amigos y tocaran algo de música durante el evento.

Al parecer Carlos puso a su hermano en contacto con Alfonso André. Saúl Hernandez fue el tercer invitado a tocar. Alejandro y Alfonso se reunieron en la casa del segundo, pero Saúl nunca apareció; Alejandro tuvo que ir por él hasta su casa. Desde el principio se dio una química muy buena entre los tres; inventaron sonidos nuevos, letras y todos fue fluyendo de manera natural.

Finalmente, llegó el día de la fiesta. La banda abrió el reventón con lo que Velasco describe como: “un arreglo punkoso de Sugar (Oh, honey honey!)”. El plan original de aquella fiesta era que los invitados bailaran con la música de la banda. Sin embargo, todos se juntaron alrededor atraídos por aquel sonido nuevo y fresco. 

Entre las insólitas imágenes de Aurora.

El nombre de la banda tiene su origen en un cuento escrito por Saúl titulado Entre las insólitas imágenes de Aurora. Después de aquella fiesta, Carlos, Alfonso y Saúl se reúnen a diario para ensayar. También empiezan a buscar lugares dónde tocar. Al principio, las insólitas imágenes de Aurora estaban dispuestos a tocar donde fuera con tal de que su trabajo fuera conocido. Tocaron en antros, fiestas y en cuanto lugar podían. 

A pesar de que en un principio las cosas habían fluído muy bien, después de algún tiempo la relación entre los miembros de Las insólitas comenzó a deteriorarse. Realmente el ambiente dentro de la banda nunca fue algo 100% profesional. Los tres se bronqueaban  constantemente. Además no contaban con el equipo adecuado y las primeras tocadas fueron desastrosas.

Después de algún tiempo y de muchas tocadas, Las insólitas logró formar un grupo de seguidores muy concreto y apasionado; por ello se convirtió en una banda de culto. El 22 de marzo de 1986 dieron una tocada en Rockotitlán. Grabaron esta tocada en un cassette que pusieron a la venta en abril de ese año. Como este formato es muy fácil de clonar, podías comprar esta producción a un precio módico en el Tianguis del Chopo.

Te recomendamos: Top ten canciones de Caifanes para dedicar.